martes, 21 de enero de 2014

Aquí no hay playa

Aquí no hay playa. Cuando escuchamos esta frase normalmente pensamos en Madrid (y también nos viene a la cabeza alguna canción), pero podrá ser dicha para referirse a muchos lugares de la costa en un futuro no muy lejano debido a la erosión.

En la costa se producen de forma natural procesos de erosión y sedimentación. En determinados puntos la costa se erosiona debido a la acción de las olas, y el material erosionado es depositado en otros puntos, donde se va acumulando para formar playas. Estos procesos de sedimentación y erosión vienen determinados por las corrientes predominantes, y la forma de la línea de costa.

No creo que estas escaleras estuvieran tan cerca del mar cuando las construyeron
Si normalmente veraneáis en el mismo sitio cada año, es posible que os parezca que años atrás la playa era algo más ancha. Pues esto en muchos casos no es una simple sensación. Lo que realmente está pasando es que gradualmente la playa va perdiendo arena que las corrientes llevarán a otro sitio.

La erosión es un proceso que ocurre de manera natural, aunque debido a que los seres humanos estamos prácticamente en cualquier punto del globo, cada vez es más difícil encontrar lugares naturales, donde la intervención humana no exista. Esto provoca que actualmente estos procesos se vean alterados y/o provocados por la acción humana.

El ser humano altera la costa con diversos tipos de infraestructuras, que son los espigones, malecones, rompeolas, diques, puertos, etc. Estas alteraciones hacen, según las corrientes que predominen en cada zona, que en algunos puntos la costa retroceda por que los materiales son arrancados, y en otros puntos, estos materiales se depositen formando playas, islas barrera, tómbolos, barras de bahía, etc.

A la derecha de este espigón se puede ver la acumulación de arena
El problema más importante es la erosión, especialmente desde el punto de vista económico. Si una playa desaparece, la actividad que se genera por su presencia, lógicamente desaparece también, por lo que existen medidas correctoras para tratar de evitar su erosión y su posible desaparición en el futuro.

Curiosamente, parte de las medidas que se utilizan para estabilizar las costas son las mismas que previamente han podido provocar que comiencen a erosionarse, es decir, los espigones, malecones, rompeolas o diques. Por supuesto estas medidas correctoras deben hacerse con conocimiento, ya que si no se hacen correctamente, la solución puede ser sólo temporal, o peor aún, ser perjudiciales en otro punto de la costa.

También hay otras medidas que se consideran alternativas a las anteriores, que son la alimentación de la playa, que consiste en añadir grandes cantidades de arena a esa playa, o el traslado, que consiste en trasladar los edificios cercanos al mar, y dejar que la naturaleza recupere la playa.

En el caso de la alimentación de la playa, no es una medida alternativa por sí sola. Debe ser complementada con espigones o diques, porque si no se frena la erosión que ha provocado que se tenga que aplicar esta medida, con el tiempo se volverá a la situación inicial, pero suele tener efectos no deseados.

Sobreexplotación costera
Por supuesto, la sobreexplotación de la costa, provocada por la construcción de complejos turísticos durante los últimos años, ha agravado este problema. Tenemos que cuidar nuestras costas, ya que son muy importantes económicamente. Junto al mar vive gran parte de la población, atraen turistas,  y son el punto de unión entre la tierra y el mar, que es una fuente de alimento fundamental, por lo tanto su conservación es fundamental.

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