martes, 28 de enero de 2014

Parques Nacionales

“Espacios naturales de alto valor ecológico y cultural, poco transformados por la explotación o actividad humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna, de su geología o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, culturales, educativos y científicos destacados cuya conservación merece una atención preferente y declarada de interés general del Estado”. Así define la Ley 5/2007, de 3 de abril, de la Red de Parques Nacionales, estos espacios protegidos que están repartidos por toda la geografía española.

Pero el camino de los Parques Nacionales en España comenzó mucho antes. La primera fue la Ley de Creación de Parques Nacionales del 7 de diciembre de 1916, y desde entonces se han realizado muchos esfuerzos para llegar a los 15 Parques con los que cuenta actualmente España, 10 ubicados en la Península Ibérica, 4 en Canarias y 1 en Baleares.

Ubicación de los 15 Parques Nacionales españoles
En 1918 fueron declarados los dos primeros Parques Nacionales. El primero fue el de Picos de Europa, situado entre Cantabria, Asturias y León. El segundo fue el de Ordesa y Monte Perdido, situado en Huesca. Hasta 1954 no se declaran nuevos Parques Nacionales, el del Teide, en Tenerife, y el de la Caldera de Taburiente, en la isla de la Palma. Un año después, en 1955, se declara el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio, en la provincia de Lérida.

Estos cinco parques fueron declarados durante la vigencia de la ley de 1916. En 1957 se aprueba la Ley de Montes, que asume lo recogido respecto a Parques Nacionales en la ley de 1916, que queda derogada.

Bajo la Ley de Montes de 1957 fueron declarados tres Parques Naturales: el de Doñana en 1969, situado entre las provincias de Huelva y Sevilla, el de las Tablas de Daimiel en 1973, que está en Ciudad Real, y el de Timanfaya en 1975, situado en Lanzarote.

Cartel del Parque Nacional de Doñana
En 1975 fue aprobada la Ley 15/1975, de 2 de mayo, de espacios naturales protegidos. Con esta ley se reclasifican varios parques y se amplían los de Doñana y Monte Perdido, además de declarar como Parque Nacional el de Garajonay, situado en la Gomera, en 1981.

En 1989 se aprueba la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, que supuso un gran impulso a la Red de Parques Nacionales. Fueron declarados los siguientes parques: el del Archipiélago de Cabrera (Islas Baleares), en 1991, y el de Cabañeros, situado entre Toledo y Ciudad Real, en 1995.

En 1997 se aprueba la Ley 40/1997, de 5 de noviembre, por la que se modifica la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y dela Flora y Fauna Silvestres. Bajo esta ley se declaran el Parque Nacional de Sierra Nevada, que está entre Granada y Almería, en 1999, y el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia en 2002, situado entre Pontevedra y La Coruña.

Los dos últimos Parques Nacionales fueron declarados tras la aprobación de la Ley 5/2007. En 2007 se declaró el Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres. El último en ser declarado fue el de la Sierra de Guadarrama, que está entre Segovia y Madrid.

Cumbres de la Sierra de Guadarrama
Con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama termina la lista de Parques Nacionales en España, aunque esperamos que no sea el último y la lista pueda aumentar en el futuro. En futuras publicaciones contaremos la historia de cada Parque Nacional, para que podamos aprender un poco más de cada uno de estos paraísos naturales que todos debemos conservar.

martes, 21 de enero de 2014

Aquí no hay playa

Aquí no hay playa. Cuando escuchamos esta frase normalmente pensamos en Madrid (y también nos viene a la cabeza alguna canción), pero podrá ser dicha para referirse a muchos lugares de la costa en un futuro no muy lejano debido a la erosión.

En la costa se producen de forma natural procesos de erosión y sedimentación. En determinados puntos la costa se erosiona debido a la acción de las olas, y el material erosionado es depositado en otros puntos, donde se va acumulando para formar playas. Estos procesos de sedimentación y erosión vienen determinados por las corrientes predominantes, y la forma de la línea de costa.

No creo que estas escaleras estuvieran tan cerca del mar cuando las construyeron
Si normalmente veraneáis en el mismo sitio cada año, es posible que os parezca que años atrás la playa era algo más ancha. Pues esto en muchos casos no es una simple sensación. Lo que realmente está pasando es que gradualmente la playa va perdiendo arena que las corrientes llevarán a otro sitio.

La erosión es un proceso que ocurre de manera natural, aunque debido a que los seres humanos estamos prácticamente en cualquier punto del globo, cada vez es más difícil encontrar lugares naturales, donde la intervención humana no exista. Esto provoca que actualmente estos procesos se vean alterados y/o provocados por la acción humana.

El ser humano altera la costa con diversos tipos de infraestructuras, que son los espigones, malecones, rompeolas, diques, puertos, etc. Estas alteraciones hacen, según las corrientes que predominen en cada zona, que en algunos puntos la costa retroceda por que los materiales son arrancados, y en otros puntos, estos materiales se depositen formando playas, islas barrera, tómbolos, barras de bahía, etc.

A la derecha de este espigón se puede ver la acumulación de arena
El problema más importante es la erosión, especialmente desde el punto de vista económico. Si una playa desaparece, la actividad que se genera por su presencia, lógicamente desaparece también, por lo que existen medidas correctoras para tratar de evitar su erosión y su posible desaparición en el futuro.

Curiosamente, parte de las medidas que se utilizan para estabilizar las costas son las mismas que previamente han podido provocar que comiencen a erosionarse, es decir, los espigones, malecones, rompeolas o diques. Por supuesto estas medidas correctoras deben hacerse con conocimiento, ya que si no se hacen correctamente, la solución puede ser sólo temporal, o peor aún, ser perjudiciales en otro punto de la costa.

También hay otras medidas que se consideran alternativas a las anteriores, que son la alimentación de la playa, que consiste en añadir grandes cantidades de arena a esa playa, o el traslado, que consiste en trasladar los edificios cercanos al mar, y dejar que la naturaleza recupere la playa.

En el caso de la alimentación de la playa, no es una medida alternativa por sí sola. Debe ser complementada con espigones o diques, porque si no se frena la erosión que ha provocado que se tenga que aplicar esta medida, con el tiempo se volverá a la situación inicial, pero suele tener efectos no deseados.

Sobreexplotación costera
Por supuesto, la sobreexplotación de la costa, provocada por la construcción de complejos turísticos durante los últimos años, ha agravado este problema. Tenemos que cuidar nuestras costas, ya que son muy importantes económicamente. Junto al mar vive gran parte de la población, atraen turistas,  y son el punto de unión entre la tierra y el mar, que es una fuente de alimento fundamental, por lo tanto su conservación es fundamental.

martes, 14 de enero de 2014

La bici pública llega a Madrid

Buena noticia para el aire que respiramos en Madrid: el 1 de mayo de 2014 Madrid estrenará su sistema de bici pública. Tras varios años de retraso, (el Plan Director Ciclista de Madrid fue aprobado en 2008, y la propuesta de bici pública fue lanzada en 2010), no tener bicicleta propia no va a ser excusa para desplazarse en bici por la capital.

Dando este paso, Madrid deja de ser la única gran ciudad española, y una de las pocas capitales europeas, que no contaba con este servicio. Esto hace que por fin Madrid, o mejor dicho, sus dirigentes, tomen en serio la opción de la bicicleta, algo que sus ciudadanos ya estaban empezando a considerar por su cuenta: en 2012, 1 de cada 100 desplazamientos producidos en la ciudad se realizaba a pedales, consiguiendo un espectacular aumento en el uso de la bici de un 27 %.

Ciclista solitario en la Puerta de Alcalá
La principal novedad del servicio es que las bicicletas serán eléctricas. De esta manera, Madrid, además de dejar de ser de las pocas ciudades en España y en Europa sin servicio público de bicicletas, como ya se ha comentado, pasa a ser la primera que contará con bicicletas eléctricas para sus ciudadanos.

Esto puede resultar llamativo, pero bien pensado es muy útil y puede animar a mucha gente a probar el servicio, ya que uno de los grandes hándicaps del uso de las dos ruedas en la capital es que hay muchas cuestas, y por eso mucha gente no se atreve a coger la bici, o simplemente le da pereza.

Así es como van a ser (más o menos) las bicis públicas madrileñas
Las bicis eléctricas serán más o menos como la de la imagen, aunque trabajadores de la capital las están probando y la empresa encargada del servicio realizará las modificaciones que sean precisas. De inicio, el sistema contará con 1560 bicicletas, y al menos 3120 anclajes, es decir, como mínimo 2 anclajes por cada bicicleta puesta a disposición de los ciudadanos, para garantizar que haya anclajes libres en los puntos de destino.

Estas 1560 bicicletas y 3120 anclajes se repartirán entre las 120 estaciones fijas que se podrán a disposición de los usuarios. La mayoría de las estaciones  contará con 25 anclajes, aunque los habrá de 20, 30, 50 y hasta 100 anclajes en zonas estratégicas. Estarán ubicadas en puntos de interés, y una distancia de 300 metros. Además, el operador habilitará estaciones móviles de 75 plazas, que servirán para cubrir grandes eventos y picos de demanda.

Mapa provisional de los anclajes de bicis
Al principio pueden parecer pocas bicicletas, pero la idea es que poco a poco la cantidad aumente, y el mapa se amplíe. También es importante tener en cuenta que un servicio público de bicicletas hace que se incremente el uso de la bici privada.

El objetivo es captar usuarios del coche, de tal manera que el porcentaje de desplazamientos en bici, actualmente del 1%, alcance el 3% en el año 2016. Como referencia, en Sevilla esta cifra es del 6%, y en Copenhague alcanza el 40%. Evidentemente no podemos comparar con Copenhague, dada la cultura ciclista que existe tanto en la capital danesa, como en toda la zona norte de Europa. En cambio, el ejemplo de Sevilla es muy bueno, ya que son cifras asumibles  para Madrid a medio-largo plazo, incluso teniendo en cuenta las diferencias entre Madrid y Sevilla, respecto a la orografía (en Sevilla apenas hay cuestas), y el clima, que invita más a usar la bici.

El caso es que por fin los madrileños podrán contar con un servicio de bici pública, y además no podrán poner la excusa de que “en Madrid hay muchas cuestas”, ya que serán eléctricas. Puede que al principio el funcionamiento del sistema resulte algo confuso, pero con el tiempo todas las piezas encajarán haciendo que cada vez más gente aparque el coche, y coja la bici, pública o privada, reduciendo el tráfico y sus emisiones, haciendo que Madrid sea un poco más limpio.

martes, 7 de enero de 2014

Los residuos de los Reyes (Magos)

Se acabaron las fiestas. Este momento lo marca la llegada de los Reyes Magos dejando sus regalos, y los dueños de estos regalos inundando los contenedores de basura con los restos, que normalmente son cajas exageradamente grandes de juguetes que luego no son tan grandes como nos hacía creer su embalaje.

Hace unos años salíamos a la calle y veíamos a los niños estrenando sus bicicletas, balones o patinetes, entre otros juguetes, y también veíamos los contenedores llenos, pero menos. Ahora, en cuanto salimos a la calle y vemos los contenedores, vemos una imagen parecida a cuando los servicios de recogida de basuras llevan varios días en huelga, con la ventaja de que las cajas no huelen. ¿Los niños? Alguno estará en la calle por equivocación, pero la mayoría están en casa jugando con sus nuevas videoconsolas, aunque eso es otro debate.

Niños jugando en la calle, esa cosa del pasado
Volvamos al tema que nos ocupa, que son los residuos. Cualquier producto, sea cual sea, está excesivamente embalado, desde los juguetes, los aparatos electrónicos o los alimentos, siendo este último caso muy llamativo. En el post anterior, en el que dábamos una lista de recomendaciones que podríamos incluir en nuestra lista de propósitos para el año recién estrenado para ser más respetuosos con el medio ambiente, uno de los consejos era evitar productos excesivamente envasados, y siempre que fuera posible, comprar a granel.

Todo lo que compremos fuera de un mercado tradicional, es decir, cualquier supermercado o hipermercado, va a venir empaquetado individualmente o por peso: la carne o el pescado, la fruta o las verduras, pero lo que se lleva el premio al embalaje excesivo es la bollería industrial. Para un producto he llegado a ver hasta cuatro envases: la caja exterior, una bolsa de plástico en la que vienen cuatro o cinco bollos, esos bollos, colocados en una bandeja, también de plástico, pero además empaquetados individualmente.

De momento lo venden en paquetes de 1 kg, pero como sigamos así nos lo venderán envuelto grano a grano
Es un caso un poco extremo, pero real. Aun así, lo normal en estos productos es mínimo dos embalajes: el exterior, de cartón o plástico, y envases individuales. En muchos casos se añade la bandeja de plástico para que todo esté perfectamente ordenado, lo que hace que para un producto se utilicen tres envases distintos.

A estos dos o tres envases, que son los que ve el consumidor, hay que añadirles los embalajes en los que son transportados, que deben suponer al menos cajas medianas para meter varios paquetes, e incluso cajas grandes para meter esas cajas medianas.

No obstante, en los últimos años las empresas han realizado un esfuerzo (por convicción, o simplemente por normativa) reduciendo el número de envases y embalajes que lleva un producto, y reduciendo también el peso de los envases, lo que ahorra muchos recursos.

Contenedor colapsado
Aun así, entre todos debemos hacer un esfuerzo para reducir los residuos, no sólo de envases, para evitar ver imágenes como la de arriba, que son más habituales de lo que pensamos, ya que se producen cada vez más a menudo, y no únicamente el día de Reyes o cuando hay huelga.

En futuras publicaciones hablaremos con más detalle sobre los residuos que generamos  y en qué cantidad.